La capacidad de dejar sin respiración
y alimentar una alma vacía.
Un cuerpo muerto,
desprovisto de capacidad regenerativa
sin el adecuado impulso musical.
Cuerpo con lo sentimientos a flor de suspiro y sudor.
Soy Aroa, la bailarina de corazón. Una presentación
cursique no podría definirme mejor. No había mejor forma de empezar que expresando, en parte, lo que el baile me provoca, o como he decidido llamarlo esta vez, el movimiento.
El movimiento lo recorre.
Con un principio catapultado desde el corazón,
un latido,
un escalofrío;
la corriente eléctrica que los altavoces transportan
de las puntas de mis dedos al inicio de mi alma.
El movimiento amaga escapar de mi cuerpo
pero las ondas le impiden ir muy lejos.
El movimiento reina en mi cuerpo,
mi mente cede su trono de oro y desaparece.
Porque sabe que cuando el movimiento llega solo molesta,
el obstáculo que refuerza su capacidad hipnótica.
Es la primera vez que publico mi…
prosa. Tan si quiera soy capaz de definirla de esta manera, suena quizá demasiado formal para lo amateur que yo soy en este arte de la palabra.
Calla mente,
muévete cuerpo,
que esta noche quiero volver a
enamorarme de la imagen que devuelve el espejo.
El movimiento. Es lo que me ayuda a diario a quererme un poco más. Lo que provocó en su momento, en el momento que decidí cambiar de estilo para dejar el arcaico ballet clásico por el rompedor Funky y fui consciente de la explosiva energía que mi cuerpo tenía.
El baile me ha ayudado a encontrar mi belleza, me ha ayudado a querer a mi cuerpo y explotar mi sensualidad, ha conseguido elevar mi autoestima y mi seguridad a niveles impensables para la adolescente de mi pasado.
Y es que para mirarte en el espejo y flipar con tu movimiento no hace falta ser como Beyoncé, solo baila, muévete y tu cuerpo te lo agradecerá.
Os animo a buscar vuestra inspiración, a encontrar lo que edifica y consolidar la seguridad en vosotras mismas y explotar sus posibilidades hasta no necesitar ese empuje nunca más.
Yo aún estoy trabajando en ese último paso, pero cada intento merece la pena.
– Aroeta
Instagram: aroanebot
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